

En fin, siempre he sido un tipo generoso y no me cuesta dar segundas, terceras o cuartas oportunidades, (supongo que no todo lo que ha hecho es tan horrible, ¿no? bueno, mejor no pararse a pensarlo), así que ayer vi "La Gran Estafa" (2007) en la que comparte protagonismo con Alfred Molina (el Dr.Octopus en Spiderman II, a demás de un currículo como secundario más largo que el mismísimo Yao Ming, valga la metáfora deportiva por estar en fechas olímpicas).
Bueno, la peli, como su propio nombre indica, empieza estafándote. Pasa como en muchas otras, yo creo que la gente de marketing de la productora en cuestión, previendo que la cinta no iba vender demasiado, te la intentan colar como comedia, algo que desde luego no es ni de muy lejos (vamos, salvando el tema de considerar al sr.Gere como un sex simbol, que eso si que es algo que me resulta la mar de gracioso, creo que yo, aún siendo un espantapájaros del montón, soy bastante más guapo que ese). La película trata sobre un escritor de poca monta que finge ser el único biógrafo autorizado de Howard Hughes (el excéntrico magnate del petróleo) y así conseguir publicar un libro y labrarse con ello fama y fortuna.
En mi opinión la película no es muy allá, no es un tema que me llame mucho la atención, ni (por lo menos en Europa) que resulte interesante, aunque si que tiene algunas cosas ciertamente mencionables. Los personajes protagonistas, tanto Irving como Richard, están muy bien creados y bien defendidos por los respectivos Gere y Molina. Es notable como los personajes van creciendo con la historia, y como Clifford Irving se ve arrastrado cada vez más por sus propias mentiras, convirtiendo todo lo que le rodea en algo falso. También me parece ingenioso que en una película que trata sobre Howard Hughes, éste no aparezca. Resulta similar (quién dice similar dice que hay que echarle algo de imaginación) a "Rebeca" de Hitchcock, que sin llegar a aparecer físicamente, su sombra aparece en todos los rincones de la película, dominando prácticamente cada acción de los personajes.
En fin, poco más que añadir, que no os dejéis engañar si queréis ver algo divertido porque esto desde luego está muy lejos de mostrar sentido del humor. Pero si queréis ver una historia sobre ambición y mentiras, podéis verla sin sentir mucha vergüenza ajena (ni propia), acercaros al videoclub de la esquina y preguntad por esa peli del tío de los ojillos juntos y la nariz grande.
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