domingo, 7 de diciembre de 2008

Actores del Método

Últimamente he podido ver alguna cosilla en dvd, de esas que uno siempre tiene pendientes pero que por "h" o por "b" termina dejándolo pasar para otra ocasión. El tema es que también he estado un tanto apático y desganado para escribir, me ha entrado la perrería y no me apetecía ni moverme (¡que queréis, soy un espantapájaros! Tampoco es que os esté descubriendo el papel higiénico de doble hoja).


Las dos películas que voy a comentar hoy son muy distintas pero en mi opinión comparten algo en común. La primera de ellas es "El Método", una coproducción española, argentina e italiana bastante novedosa. La trama transcurre en el interior de unas oficinas de una importante multinacional, donde siete altos ejecutivos optan a un puesto de importancia en dicha empresa. Para ello, deben pasar por un duro proceso de selección, el llamado "Método Grönholm".



La segunda película es la archifamosa "No Es País Para Viejos", de nuevo de los Coen y con el oscarizado Javier Bardem. El argumento es sencillo, un ladrón de poca monta se encuentra por casualidad con el escenario de un intercambio de drogas donde ha muerto hasta la madre que los parió, y descubre un maletín lleno de dinero. Desde ese momento, un asesino brutal le persigue para darle caza, y detrás del asesino está un viejo policía desganado al que los hechos le vienen grandes.


Las dos tienen en común sobre todo dos puntos. Los actores son excepcionales. En "No Es País Para Viejos", comparten planos Josh Brolin, Tommy Lee Jones y Javier Bardem con ese pelazo que parece de los clics de playmobil, junto con la breve aparición de Woody Harrelson. "El Método", por su parte, no le queda a la zaga. Aquí se ven las caras actores tan importantes como Eduardo Noriega, Najwa Nimri, Ernesto Alterio (que es un genio), Carmelo Gómez, Adriana Ozores y Natalia Verbeke. Todos ellos rostros de renombre en el panorama cinematográfico actual.


El segundo punto es, en mi opinión, que aunque ambos filmes son realmente intensos y consiguen atraparte desde el primer fotograma, en los dos esa fuerza inicial se va disipando hacia el último tercio y termina dejándote más frío que un striptease de María Teresa Campos.
A pesar de todo, mi recomendación es que son dos películas que no hay que dejar de ver, que después de tragarnos por televisión toda la basura que nos quema diariamente las retinas, poner algo de calidad en nuestras vidas nunca viene mal.
Y eso es todo por hoy. Un beso corazones...

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