sábado, 27 de septiembre de 2008

Duelo de Guaperas

¿Por qué siempre nos dejamos engañar por los anuncios? Lo cierto es que del dinero que recaudan las películas, habría que hacer un estudio para subdividirlo entre los distintos grupos que van a verla. Por un lado van los cinéfilos, que ven todo lo que haya en la cartelera, así sea un film chipriota minimalista y mudo o una superproducción vasco-canadiense. Después están los fans incondicionales, que simplemente con que el actor o actriz protagonista tenga tirón, allí tienes a sus seguidores para ver si a ellas se les marca la goma del tanga o a ellos les ha salido un músculo nuevo. Luego hay un grupo al que le da igual lo que ve, porque a lo que va es a magrearse con la novia. Gracias a dios, este grupo hoy en día es poco numeroso, que ya no estamos en la posguerra y hay miles, que digo miles, millones de sitios donde darse el palo con la parienta, ¡cacho guarros! Y por último estamos los que nos dejamos guiar por el trailer, que no es el camión de 18 ruedas, sino el anuncio que nos ponen en la tele o al principio de otras pelis.


Los de las productoras, que son muy listos los jodíos, lo saben, así que tienen contratada a gente muy hábil para hacer ese trabajo y son capaces de venderte un bodrio como la película más espectacular de todos los tiempos (que todos sabemos es "La Jungla de Cristal", eso está claro). A lo que vamos, el otro día estuve viendo "Como Locos...A por el Oro" (¡quién me mandaría a mi!), de ese tipo de nombre impronunciable, "Macconagiu", "Macmardigan" o como demonios se quiera llamar, bueno, ya sabéis, el rubito de los rizos que las tiene a todas locas, grandes y pequeñas, y de Kate Hudson, que tampoco creo que esté en el filme por sus especiales dotes interpretativas. En fin, en el anuncio te lo venden como una peli interesante, llena de acción, aventuras, misterios, etc...y luego resulta que es una fantasmada, más floja que un sevillano en una obra a la hora del almuerzo, y hecha únicamente para el lucimiento de sus actores. Que yo he visto poco del "Macmanaman" este, pero estoy casi seguro de que todas sus pelis son del estilo.


Lo mejor, Donald Sutherland, que debe andar muy mal de pasta para haber accedido a trabajar en tamaño insulto para las artes y el sentido común. Tiene un papel bastante tonto, pero siempre sabe quedar bien.


Últimamente han realizado otros filmes sobre buscadores de tesoros. Se me viene a la mente "Inmersión Letal", con Paul Walker y Jessica Alba, que sin duda es del mismo estilo, pero me resultó mucho más interesante, mejor hecha y a todas luces más creíble.


En fin, que en esta particular lucha de guapos, Paul y Jessica pueden patearles el culo (siempre a nivel de cine) a "Macintosh" y a Kate.

jueves, 25 de septiembre de 2008

Antiguos Errores

Una cosita te voy a decir... hay varias cosas que nunca me han hecho demasiada gracia, siempre hablando desde el punto de vista del cine, que es lo que aquí nos toca. Me gusta el cine americano, sobre todo porque allí es donde se mueve el dinero, y eso, si eres un poco espabilado, te permite hacer un poco lo que quieres. Ojo hay que entender que el cine americano no es igual a las americanadas, esas cosas de (léase con voz de Stallone en Rambo) "¡Dios mío! ¡quiero que mi país me quiera como yo quiero a mi país!" y demás gañanadas, se las pueden meter por donde les quepa.


Por otro lado no me gusta demasiado el cine español, y la razón es simple. Vivimos encasillados. Durante años parece que no hemos sabido hacer otra cosa que comedias y, es verdad que somos más graciosos que el resto del planeta, sin embargo, somos un país con miles de años de historia y de literatura, y ahora, en el siglo XXI, seguimos haciendo lo mismo. En España, de vez en cuando salen cosas interesantes. Creo que Amenabar abrió un poco la visión general, para darnos cuenta que se podían hacer cosas muy bien hechas en otros géneros, como el terror, el suspense o el drama. Creo que tenemos grandes guionistas y escritores, y eso lo podemos ver a menudo en series televisivas (aunque no es lo mismo, lo sé). Entonces, ¿por qué somos tan repetitivos?


Fuera ya de las comedias, si yo os pregunto, cual es el tema favorito de todas las películas no cómicas en los últimos veinte años...la respuesta es clara, la Guerra Civil. Odio las pelis sobre la Guerra Civil. Cualquier historiador te dirá que todo lo que escribimos y hacemos sobre la guerra tiene una función primordial, no repetir los mismos errores del pasado. Que digo yo, ¿Es que desde la reconquista no hemos cometido ningún otro error histórico digno de mención? Nah, eso de llevar la religión a las américas fue sólo un desliz, una chiquillada. Y la inquisición, bah. Y cuando votamos al tío del bigote...bueno, no me enrollaré, seguro que ya habéis pillado por donde voy.


Pues nada, después de todas las explicaciones que he soltado, he de decir que la última película que he visto es española y es sobre la guerra civil, y lo peor (o lo mejor), es que me ha gustado.
La película es "Las Trece Rosas" y trata sobre un episodio real ocurrido al finalizar la guerra, en el que trece mujeres son arrestadas y acusadas de intentar atentar contra Paquito, digo...contra el generalísimo de todos los ejércitos bla bla bla, y posteriormente serían fusiladas.





Más que nada, la película me ha gustado porque no es una historia sobre política o sobre guerra, sino sobre la vida en aquellos duros días, y sobre todo me parece un acierto el detalle de mostrárnoslos desde un punto de vista femenino. En cierto modo es como una película carcelaria pero sin fugas, ni hostias finas, ni pastillas de jabón que se caen en las duchas. Es una película sobre sentimientos, sobre la injusticia, y extrapolándolo un poco a nuestros días y a algunos países "democráticos" (no quiero decir nombres, ni creo que haga falta), sobre la inutilidad de la pena de muerte.


La película tuvo 14 nominaciones a los Goya, de los que se llevó 4 estatuillas. El reparto es conocidísimo, gente como Pilar Lopez de Ayala, Verónica Sánchez, Goya Toledo, Fran Perea, Luisa Martín, Secun de la Rosa, y un largo etcétera, aunque para mi, merece una mención especial, Nadia de Santiago, que es la más joven de las protagonistas (Cármen -a la izquierda en la foto-), y realiza un gran trabajo.


En fin, mi briconsejo de hoy es que no hay que juzgar los libros por las pastas, que, al fin y al cabo, no todo el cine español es igual aunque lo parezca, y que pese a que esta película esté bien, la Guerra Civil ya huele un poco, y cuando la basura huele, lo mejor es sacarla a la calle y poner una bolsa nueva.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

¿Cuantos empollones hacen falta para salir de una habitación?

El pasado fin de semana, he estado de viaje en Santander para asistir a la boda de un amigo (que no tenía un sitio más lejos para casarse el jodío...). En fin, lo pasamos bien, comimos como el tenazas, el lugar precioso y todo de maravilla, lo cierto es que ha sido un placer salir y desconectar un poco de los quehaceres diarios, pero bueno, no me enrollaré, que no soy agente de viajes ni crítico de cocina.


Hoy voy a hablaros de la película que nos pusieron en el tren, una película española en mi opinión, de lo más interesante que he visto en los últimos años en el panorama nacional, aunque eso si, también tiene algunas cosas en las que se columpian un poquito, no sé si me entendéis.


Para empezar vemos a Alejo Sauras, del que tenemos la imagen de pataliebre de Raúl en la serie "Los Serrano", haciendo de joven matemático de éxito, ligón, acaudalado, vistiendo ropa cara y conduciendo un Z4, y eso da que pensar...esto no es Estados Unidos, sino España, y por más que a Piedraíta y Sopeña les tengan cariño, un empollón es siempre un empollón. No existen empollones que liguen (suelen ser tooorpes con las mujeres hasta más no poder), y eso es recíproco, a las chicas no les atraen los cerebritos, varias chicas guapas rodeando a un empollón mientras habla de matemáticas (que es el inicio de la película) es algo que no se ha visto nunca en la historia de la humanidad. Para colmo, el personaje de Alejo, "Galois", ha hecho fama y fortuna gracias a las matemáticas, lo cual no deja de ser increíble, o para hablar más matemáticamente, improbable. Un matemático español de 26 años lo más fácil es que viva con sus padres, tenga un SEAT Ibiza hasta arriba de pegatinas de la ITV, y no le reconozcan ni en su portal.


El grupo de actores es más que interesante, Federico Luppi haciendo de Fermat, el anfitrión de la velada matemática, Lluis Homar en el papel de Hilbet, un excéntrico millonario intelectual, Elena Ballesteros en el papel de Oliva, la chica enigmática y Santi Millán, haciendo del inventor alcohólico Pascal completan, junto al susodicho Alejo Sauras, el plantel de actores.


La trama va de una velada matemática donde se dará el resultado al enigma más codiciado de la historia. La velada resulta ser una trampa en la que habrán de ir resolviendo problemas y enigmas para no acabar como un sándwich mixto. La idea es ingeniosa, la trama y los diálogos bastante buenos y la creación de los personajes, más que acertada. El único pero que le puedo poner, es que en mi opinión, no queda muy clara la relación de los personajes con anterioridad a la velada. Resulta confuso, o tal vez sea yo, que no soy tan listo como los de la sala de Fermat. Creo que los guionistas quisieron dejarlo todo tan atado, que al final te pierdes en las explicaciones de quién conoció a quién y cuando. Pero bueno, me pareció una película muy buena, y desde mi rincón, doy mi enhorabuena al sr.Piedraíta, que igual te hace un monólogo, que te saca un conejo de la chistera, que te hace un guión de éxito. Hay gente que vale para todo.

jueves, 4 de septiembre de 2008

¡Que No Cunda el Pánico!

Volvemos a la comedia, ya que hace poco he estado viendo una película que ya me llamó la atención en su momento y la estuve revisando o más bien revisionando, para recordar si me había gustado o no (todo el mundo sabe que los espantapájaros no tenemos muy buena memoria que digamos). La peli en cuestión es la "Guía del Autoestopista Galáctico", una coproducción Britanico-Estadounidense del año 2005. Interesante.


Que decir de esta película. Lo primero es que sería difícil de etiquetar, es algo así como una comedia espacial surrealista con cierto tinte de humor inglés. Tiene un poco el estilo de esos grandes clásicos de los Monty Python, ese estilo tan británico, lleno de juegos, de contradicciones, de ironía y ese puntito absurdo que te deja el cerebro a cuadros. Para empezar, al protagonista Arthur (Martin Freeman) le van a derribar la casa para hacer una autovía que tiene que pasar justo por su terreno. Minutos después descubrimos que no estamos sólos en el universo, y lo descubrimos un poco tarde, porque justo los extraterrestres van a destruir la tierra para poder construir una vía interespacial que pasa justo por el lugar que ocupamos en la galaxia (humor inglés). Comienza así una búsqueda por el universo del sentido de la vida, guiados unicamente por un librito que viene a ser más o menos nuestra guía Campsa, la Guía del Autoestopista Galáctico (¡que no cunda el pánico!).


Lo cierto es que ver esta película es como imaginarte La Guerra de las Galaxias pero en lugar de que George Lucas se pasara horas trabajando en el guión, se hubiera ido de botellón y se hubiera pasado con el calimocho. Entre los personajes tenemos a Arthur, que equivaldría a Luke Skywalker pero en cobarde y cuyo traje de jedi es un albornoz de color verdoso que no se quita en todo el filme. Luego tenemos a Zaphod (Sam Rockwell) que sería como Han Solo en plan descerebrado. La princesa Leia sería Trillian (Zooey Deschanel), y hasta John Malcovich sería el equivalente a Java el Hutt (Humma Kavula en este caso). Entre los mejores personajes estaría el de el robot con sentimientos al que, en un intento por llevar al máximo la humanidad de las máquinas, le han otorgado una personalidad depresiva y no para de quejarse y lloriquear todo el tiempo.


La película es simpática y entretenida. No es la típica comedia americana de esketches que busca la risa fácil, sino que bromea con el espectador, critica nuestro modo de vida (el más claro ejemplo es que la raza que domina el universo son como nuestros funcionarios), casi intentando aleccionarnos sobre como es nuestra existencia, y como sería si de vez en cuando corriéramos algunos riesgos y no esperáramos sentados a que nos lleguen las cosas.


No nos llevemos a engaños, aunque es una comedia, los efectos especiales están perfectamente realizados, consiguiendo un equilibrio casi perfecto entre las escenas espaciales y futuristas, con los objetos y personajes cómicos, como el robot cabezón o los "matamoscas" que te dan en toda la cara cuando notan que estás pensando. En fin, no hay nada como una vuelta por el espacio para darnos cuenta de lo bonito que es lo que nos rodea.

lunes, 1 de septiembre de 2008

Entre el Cine y la Literatura

Permitidme hoy, hacer una crítica más extensa y completa de la última película que he visto, aún a riesgo de ser tachado de cansino (que de siempre se ha dicho que lo bueno si breve...dos veces bueno). Esta vez me gustaría ahondar un poco más en la obra en cuestión, ya que, con sus puntos a favor y en contra, la peli lo merece.



Se trata nada más y nada menos que de "El Amor en los Tiempos del Cólera", basada en la novela homónima de Gabriel García Márquez. La película es una historia de amor eterno e inquebrantable, pero retrata muchas cosas más. Es la historia de una obsesión, de un amor adolescente en el cuerpo de un hombre maduro, de los celos, de la promiscuidad, de los delirios del corazón, todo ello contado a través de las vidas de los dos protagonistas, Florentino Ariza y Fermina Daza.



En mi opinión, y aún a riesgo de ser tomado por loco o exagerado, seguramente García Márquez es uno de los tres mejores escritores de la historia de la humanidad, por detrás de Shakespeare y Cervantes. Para más inri, el plantel de actores es realmente brillante, Bardem, John Leguizamo, Hector Elizondo, Unax Ugalde, Alicia Borrachero, y están dirigidos por Mike Newell, que ha hecho cositas como Donnie Brasco o Cuatro Bodas y Un Funeral.



En contra tiene que jamás una película basada en una novela llegó a estar a la altura. Es imposible captar cada detalle de un libro, cada imagen, cada resquicio de la personalidad de los personajes y plasmarlo en una película de dos horas (y encima coincidir con la idea que cada uno se había hecho en la mente de dicha novela), con lo que hay que procurar saber diferenciar lo que es cine y lo que es literatura. Como ejemplos, "El Nombre de la Rosa" es una novela impresionante, y a pesar de que la adaptación al cine fue llevada a cabo de manera bastante aproximada y con buenos actores, el resultado queda a años luz de lo que uno puede imaginar o sentir leyendo el libro. Así mismo, las recientes versiones de "El Señor de los Anillos" creo que son bastante buenas y, salvando algunas omisiones o algunos cambios sin escrúpulos (prácticamente imperdonable la muerte de un plumazo de Saruman), yo les daba el visto bueno, y que me perdonen los puristas.


La historia es sencilla, un joven se enamora a primera vista de una hermosa chica a la que promete amar para siempre. El destino (vamos, el padre de ella) hace que ambos se alejen (se la lleva lejos para "atarlaalapatadelacama") y ella acaba regresando años después al lugar de su amor adolescente casada con un médico. Él, sigue enamorado de ella, pero vacío de amor como se encuentra, decide acostarse con todo lo que se mueva para pasar el rato hasta que el marido la espiche (es algo así como el "a Dios rogando y con el mazo dando" -nunca una imágen vino tan al pelo, ¿no creeis?-).


Aquellos y aquellas que vayan buscando una peli pastel, que se desengañen pronto. Esta es una historia profunda, de amor, sexo y obsesión, nada de la calaña de Meg Ryan o esas otras pelis de -"yo me muero..." -"pues yo me muero más...". Aquí se muestra la complejidad de los sentimientos, y las consecuencias de las acciones que uno toma o los caminos por los que te lleva la vida. Hasta aquí bien...


Ahora, Unax Ugalde como el joven Florentino lo hace de maravilla, tiene cara de joven "toli", inexperto, enamoradizo, en fin, de perdedor,pero es difícil visualizar al sr.Bardem en la piel de un personaje tan tan tan blando, con ese rostro tan duro y marcado, y con esa presencia suya, verle en la piel de un joven enfermizo y pusilánime no le pega mucho. Eso sí, poco a poco, según el personaje crece (en todos los sentidos), adquiere muchísimos matices psicológicos que Bardem muestra de forma perfecta.



Pues bien, si habéis leído el libro y está entre vuestros favoritos, a lo mejor deberíais manteneros alejados del video club o girar la cara y mirar a las ofertas más próximas si la veis en venta en el carrefour. Por el contrario, si no lo habéis leído o sois capaces de separar en vuestras confusas mentes novelas de guiones, vedla sin cuidado, que es entretenida y hasta tiene algún momento simpático.